viernes, 4 de septiembre de 2009
Las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación han evolucionado espectacularmente en los últimos años, debido especialmente a su capacidad de interconexión a través de la Red. Esta nueva fase de desarrollo va a tener gran impacto en la organización de la enseñanza y el proceso de aprendizaje. La acomodación del entorno educativo a este nuevo potencial y la adecuada utilización didáctica del mismo supone un reto sin precedentes. Se han de conocer los límites y los peligros que las nuevas tecnologías plantean a la educación y reflexionar sobre el nuevo modelo de sociedad que surge de esta tecnología y sus consecuencias.
A la base de la revolución digital se encuentran tres grandes áreas: la electrónica, la digitalización y las telecomunicaciones. La electrónica propició en una fase preliminar el desarrollo de aplicaciones analógicas: teléfono, radio, televisión, registros magnéticos de audio y video, fax, etc. La digitalización ha proporcionado un sistema más abstracto y artificial de representación de la información, ya sea texto, imagen, audio o vídeo, que mejora los sistemas de almacenamiento, manipulación y transmisión a la vez que facilita el desarrollo de soportes lógicos para interactuar con las máquinas. Finalmente las telecomunicaciones han dado a lo anterior la capacidad de interconexión.
Sin embargo no todos participan de los avances económicos y culturales. El acceso a las tecnologías y a la información está creando una brecha digital entre quienes pueden acceder y quienes quedan excluidos. El “Libro blanco sobre la educación y formación” (Comisión Europea, 1995) afirma que la sociedad del futuro será una sociedad del conocimiento y que, en dicha sociedad, la educación y formación serán, más que nunca, los principales vectores de identificación, pertenencia y promoción social. A través de la educación y la formación, adquiridas en el sistema educativo institucional, en la empresa, o de una manera más informal, los individuos serán dueños de su destino y garantizará su desarrollo. La cultura de los pueblos determinará su nivel económico.
La informática y el adulto mayor
Por: María Cristina Ortiz León
Como usuarios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los adultos mayores tienen necesidades y demandas similares a las de las personas de otras edades, es decir, requieren tecnología útil, funcional, fácil de manejar y significativa. Su acceso a ésta sigue las mismas reglas que en los otros grupos, como su poder adquisitivo o capacidad de manejo, entre otras. Según las estadísticas mundiales, la mayoría de usuarios de computadoras y de Internet oscila entre los 6 y 20 años de edad y nació en la era de las telecomunicaciones; por el contrario, los usuarios mayores de 60 años son minoría; no obstante, cada vez son más, lo que ayuda a disipar el estereotipo occidental hacia este grupo poblacional ya que demuestra su capacidad para continuar aprendiendo y adaptándose al envejecimiento.
¿Quiénes usan la computadora y la Internet en la tercera edad?
El adulto mayor, usuario de computadora o de Internet posee algunas características diferentes con respecto a los usuarios de los otros grupos poblacionales, pues suele ser una persona que aprendió su empleo en forma autodidacta, tiene ingresos económicos anuales más altos, posee una mayor funcionalidad en las actividades de la vida diaria y un mayor nivel educativo, y el porcentaje de usuarios varones de esta edad es más grande que el de mujeres. Pero gran parte de los individuos que componen este grupo etáreo no disfruta los beneficios que ofrece la informática. México no ha sido ajeno a este fenómeno. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reporta que en el uso de la computadora predomina la población joven; en julio de 2005 el 80.1 por ciento de los usuarios mexicanos de computadora tenía menos de 35 años; de estos, los de entre 12 y 17 años de edad componían el 29.6 por ciento, en tanto que los mayores de 55 años apenas representaban el 2.3 por ciento del total de usuarios. En lo que respecta a la edad de los cibernautas mexicanos, nuevamente es la población joven la que predomina: más de la mitad de ellos tiene entre 12 y 24 años, los mayores de 34 años constituyen una quinta parte, y en el caso de los menores, aquellos cuya edad va de los 6 a los 11 años apenas son el 6.3 por ciento. Estas estadísticas se generan desde el año 2001; a la fecha, existe una clara tendencia de incremento en el número de usuarios de computadora entre los diversos grupos de edad. El de los mayores de 55 años no es ajeno a este hecho, aunque su aumento ha pasado gradualmente de 0.2 a 0.9 puntos porcentuales. En relación con los usuarios de Internet de este grupo de edad, de 2001 a 2004 la proporción de adultos mayores de 55 años que la usaban fue casi la misma, y fue a partir de esos años cuando creció de forma considerable.
¿Por qué aprender el uso de la computadora e Internet en la tercera edad?
Al igual que en otros sectores de la población, la computadora es una herramienta que les ofrece a los adultos mayores enormes beneficios como medio de interacción social y cultural, entretenimiento, actividad laboral y formación, entre otros. Hay evidencias de que existe un efecto negativo del empleo de computadoras y de Internet en el bienestar psicológico de niños, adolescentes y adultos jóvenes que contradicen los beneficios que proporcionan a los adultos mayores. Basta mencionar que con estas herramientas no importa el espacio físico ni el tiempo, por lo que el adulto mayor se puede relacionar, informarse, comprar, vender, realizar trámites y llevar a cabo otras actividades a pesar de tener algún tipo de incapacidad que le impida el movimiento. Con la computadora, tampoco son problemas la distancia, los horarios, los cambios climáticos ni otros inconvenientes que son resultado de su edad.
Estas tecnologías permiten a los ancianos aumentar y mejorar su desarrollo individual y social, así como optimizar su calidad de vida desde los puntos de vista técnico, económico, político y cultural. Mente sana en cuerpo sano, y por lo tanto las actividades intelectuales apoyan y aumentan la autonomía en la edad avanzada, por lo que se consideran un factor protector contra una vejez decadente
¿La tecnologia cambia la relacion entre medico-paciente?
¿La tecnología está cambiando la relación médico-paciente?
Internet y el e-mail se usan cada vez más para comunicarse con el doctor. Y en el país ya se diagnostica a distancia. Los especialistas dicen que no se deben perder los encuentros cara a cara.
Por: Leo González Pérez
Encuesta
¿La tecnología modificó la relación con su médico?
3.016votos
Sí
29.5%
No
70.5%
OpiniónDe última generaciónSiempre definen las personas
El Hospital Garrahan, con modernos telediagnósticos
En los próximos días, el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan pondrá en funcionamiento un sistema de tecnología de punta para la realización de consultas médicas a distancia. El sistema, denominado Telepresencia, comunicará inicialmente al Garrahan con el Hospital Castro Rendón, de Neuquén.Mediante cámaras de alta definición y monitores de gran tamaño (que muestran los rostros a tamaño natural), los médicos del centro de salud neuquino podrán consultar casos con sus colegas del Garrahan. Luis Carniglia, titular del Programa de Referencia y Contrareferencia del Garrahan, cuenta que el sistema de telepresencia (provisto por Cisco) es una evolución del sistema de consultas a distancia que el hospital ofrece desde 1997 (vía e-mail, teléfono y fax) y que hoy responde consultas de unos 75 centros de salud de todo el país. "Uno de los objetivos es evitarle a los pacientes viajes innecesarios a Buenos Aires", dice Carniglia.
Controles por mensaje de texto
Un grupo especializado en Informática Médica y Tecnologías para la Salud de la Universidad Nacional del Centro desarrolló un sistema de control domiciliario de pacientes crónicos, embarazadas que viven en zonas rurales y obesos mórbidos, basado en SMS. Pedro Escobar, investigador que coordina el grupo, explicó a Clarín: "Si se trata de pacientes diabéticos, ellos deben enviar regularmente mensajes de texto desde un celular con sus mediciones de glucosa, esos datos son recibidos por una PC y almacenados en una base de datos. Los médicos, vía Internet, tienen acceso a las mediciones; y pueden establecerse alarmas. Así se hace un seguimiento más cercano de los pacientes, sin que deban visitar al médico".
Internet y las tecnologías digitales, aplicadas a la medicina permiten, por ejemplo, que enfermos crónicos sean monitoreados a distancia de modo permanente (ver infografía). Pero -dicen los especialistas- este y muchos otros progresos técnicos no deberían interferir en lo esencial de la relación médico-paciente.La tecnología no respeta tradiciones. Y ya alcanzó a un centenario aliado de los médicos, el estetoscopio. La empresa 3M vende estetoscopios que digitalizan los sonidos y pueden enviarlos, de modo inalámbrico, a la computadora. La empresa Alcatel-Lucent trabaja en un producto similar.A su vez, existen cardiodesfibriladores que se implantan en el pecho de los pacientes y transmiten vía Internet los datos que recogen.Silvia Vázquez, jefa de Diagnóstico por Imágenes del Instituto Fleni, cuenta que ya hay en el país tomógrafos que en 16 segundos obtienen una detallada imagen de un cerebro. Vázquez señala que otros de los equipos de punta son unos resonadores que señalan qué áreas cerebrales se activan cuando el paciente habla, o cuando mueve los brazos. Así, los cirujanos pueden tener un mapa de los puntos a evitar en una operación.Luis Pozzer, vicepresidente de la Federación Argentina de Cardiología, cuenta que son notables los avances en el diagnóstico de arritmias y taquicardias. Hoy se identifica con una precisión nunca alcanzada el punto de origen de una arritmia. Y se puede recorrer en pantalla reproducciones 3D de corazones. Luego, esas reproducciones sirven de "mapa" cuando un catéter recorre el corazón real. Dice Pozzer que un progreso aun más importante es la reciente robotización de las intervenciones (aún no llegó al país), que aumenta todavía más la precisión y reduce riesgos.Enrique Gurfinkel, investigador del Conicet y jefe de Cardiología de la Fundación Favaloro, dice que entre las prácticas de diagnóstico es en la obtención de imágenes donde más se está evolucionando. "Hoy en medio día se reúne casi toda la información necesaria para tomar decisiones terapéuticas", explica.Las proezas tecnológicas de la medicina son muchas e indiscutibles, pero ¿afectan la relación médico-paciente? Luis Cámera, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina y jefe de Medicina Geriátrica del Hospital Italiano, señala que aunque los adelantos ayudan mucho, no hay que olvidar que todo debe arrancar en un buen interrogatorio y un examen físico, y sólo en función de ello decidir la tecnología a usar. "En la actualidad -dice el médico-, prácticamente hay una tecnología para cada síntoma, pero hay que tener cuidado, porque se puede cargar al paciente con una catarata de estudios, lo que sería angustioso para él, y muy costoso"."Vía correo electrónico he hecho hasta diagnósticos, de una afección en la piel, por ejemplo, con ayuda de fotos que el paciente tomó con su celular. Sin embargo, la relación cara a cara sigue siendo insustituible", dice Cámera.En ese sentido, Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Austral, indica que los usos de los estudios de avanzada deben ser indicados para necesidades objetivas, para confirmar un diagnóstico provisorio hecho en el consultorio. "Los estudios no deben reemplazar un interrogatorio profundo y un examen físico, prácticas que hoy, en términos generales, están en desuso", señala.
Internet y el e-mail se usan cada vez más para comunicarse con el doctor. Y en el país ya se diagnostica a distancia. Los especialistas dicen que no se deben perder los encuentros cara a cara.
Por: Leo González Pérez
Encuesta
¿La tecnología modificó la relación con su médico?
3.016votos
Sí
29.5%
No
70.5%
OpiniónDe última generaciónSiempre definen las personas
El Hospital Garrahan, con modernos telediagnósticos
En los próximos días, el Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan pondrá en funcionamiento un sistema de tecnología de punta para la realización de consultas médicas a distancia. El sistema, denominado Telepresencia, comunicará inicialmente al Garrahan con el Hospital Castro Rendón, de Neuquén.Mediante cámaras de alta definición y monitores de gran tamaño (que muestran los rostros a tamaño natural), los médicos del centro de salud neuquino podrán consultar casos con sus colegas del Garrahan. Luis Carniglia, titular del Programa de Referencia y Contrareferencia del Garrahan, cuenta que el sistema de telepresencia (provisto por Cisco) es una evolución del sistema de consultas a distancia que el hospital ofrece desde 1997 (vía e-mail, teléfono y fax) y que hoy responde consultas de unos 75 centros de salud de todo el país. "Uno de los objetivos es evitarle a los pacientes viajes innecesarios a Buenos Aires", dice Carniglia.
Controles por mensaje de texto
Un grupo especializado en Informática Médica y Tecnologías para la Salud de la Universidad Nacional del Centro desarrolló un sistema de control domiciliario de pacientes crónicos, embarazadas que viven en zonas rurales y obesos mórbidos, basado en SMS. Pedro Escobar, investigador que coordina el grupo, explicó a Clarín: "Si se trata de pacientes diabéticos, ellos deben enviar regularmente mensajes de texto desde un celular con sus mediciones de glucosa, esos datos son recibidos por una PC y almacenados en una base de datos. Los médicos, vía Internet, tienen acceso a las mediciones; y pueden establecerse alarmas. Así se hace un seguimiento más cercano de los pacientes, sin que deban visitar al médico".
Internet y las tecnologías digitales, aplicadas a la medicina permiten, por ejemplo, que enfermos crónicos sean monitoreados a distancia de modo permanente (ver infografía). Pero -dicen los especialistas- este y muchos otros progresos técnicos no deberían interferir en lo esencial de la relación médico-paciente.La tecnología no respeta tradiciones. Y ya alcanzó a un centenario aliado de los médicos, el estetoscopio. La empresa 3M vende estetoscopios que digitalizan los sonidos y pueden enviarlos, de modo inalámbrico, a la computadora. La empresa Alcatel-Lucent trabaja en un producto similar.A su vez, existen cardiodesfibriladores que se implantan en el pecho de los pacientes y transmiten vía Internet los datos que recogen.Silvia Vázquez, jefa de Diagnóstico por Imágenes del Instituto Fleni, cuenta que ya hay en el país tomógrafos que en 16 segundos obtienen una detallada imagen de un cerebro. Vázquez señala que otros de los equipos de punta son unos resonadores que señalan qué áreas cerebrales se activan cuando el paciente habla, o cuando mueve los brazos. Así, los cirujanos pueden tener un mapa de los puntos a evitar en una operación.Luis Pozzer, vicepresidente de la Federación Argentina de Cardiología, cuenta que son notables los avances en el diagnóstico de arritmias y taquicardias. Hoy se identifica con una precisión nunca alcanzada el punto de origen de una arritmia. Y se puede recorrer en pantalla reproducciones 3D de corazones. Luego, esas reproducciones sirven de "mapa" cuando un catéter recorre el corazón real. Dice Pozzer que un progreso aun más importante es la reciente robotización de las intervenciones (aún no llegó al país), que aumenta todavía más la precisión y reduce riesgos.Enrique Gurfinkel, investigador del Conicet y jefe de Cardiología de la Fundación Favaloro, dice que entre las prácticas de diagnóstico es en la obtención de imágenes donde más se está evolucionando. "Hoy en medio día se reúne casi toda la información necesaria para tomar decisiones terapéuticas", explica.Las proezas tecnológicas de la medicina son muchas e indiscutibles, pero ¿afectan la relación médico-paciente? Luis Cámera, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina y jefe de Medicina Geriátrica del Hospital Italiano, señala que aunque los adelantos ayudan mucho, no hay que olvidar que todo debe arrancar en un buen interrogatorio y un examen físico, y sólo en función de ello decidir la tecnología a usar. "En la actualidad -dice el médico-, prácticamente hay una tecnología para cada síntoma, pero hay que tener cuidado, porque se puede cargar al paciente con una catarata de estudios, lo que sería angustioso para él, y muy costoso"."Vía correo electrónico he hecho hasta diagnósticos, de una afección en la piel, por ejemplo, con ayuda de fotos que el paciente tomó con su celular. Sin embargo, la relación cara a cara sigue siendo insustituible", dice Cámera.En ese sentido, Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Austral, indica que los usos de los estudios de avanzada deben ser indicados para necesidades objetivas, para confirmar un diagnóstico provisorio hecho en el consultorio. "Los estudios no deben reemplazar un interrogatorio profundo y un examen físico, prácticas que hoy, en términos generales, están en desuso", señala.
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